La mañana comenzó con la Feria de la Santidad, una actividad organizada por la catequesis parroquial, en la que los niños pudieron jugar, aprender y descubrir la vida de grandes santos. Hubo dinámicas, juegos y puestos temáticos donde los más pequeños pudieron conocer cómo vivieron estos testigos de la fe y cómo nosotros también podemos seguir su ejemplo.
Tras la feria, se celebró la Santa Misa, en la que toda la comunidad parroquial dimos gracias por el don de la santidad y por todos los que nos inspiran a vivir el Evangelio con alegría.
Finalmente, los niños participaron en un colorido desfile por las calles de la parroquia, vestidos de santos, compartiendo con los vecinos la alegría de esta fiesta y recordando que todos estamos llamados a ser santos.